viernes, 21 de agosto de 2015

Llegamos ya a medio año

He resuelto y decidido algunas cosas para mi bien personal. Puedo decir que los hombres, vaya! los hombres. Y también, vaya! las mujeres. Ante los problemas de interrelación personal es mejor hacer introspección. Y la he hecho muchas veces. Hace falta en estos casos, hablarlos con personas muy experimentadas. Hay que ponerle nombres a las cosas, creo que eso faltó. En estos vericuetos con mis cuitas personales, voy. Hay que rescatar los momentos buenos. Pero la pregunta que debo responderme es ¿Qué soy y qué necesito?

Poner siempre los pies sobre la tierra y pensar siempre que se debe pisar la tierra y no las nubes. Por ratos pienso que lo que vivo es lo que estoy pagando, y quizá, puede ser.
El balance a estas alturas es positivo. Pensamientos equilibrados trae por lo tanto emociones equilibradas. Eso rescato. He aprendido si y mucho de los hombres. De ellos. Quienes nos enseñan.
Es necesario que conozcamos cómo son los hombres, su naturaleza. Empezar de cero para conocerlos. No con los prejuicios.
En un post anterior, decía que solía tener problemas con los hombres, en relacionarme con ellos. Puedo decir que eso ha repercutido mucho. Por eso digo, es mejor empezar de cero. Estoy empezando de cero. Pero ya con una base, con un conocimiento aprendido y experiencia que con aciertos y errores, empezaré a aplicar. Nunca es tarde.

Amor y compasión deben ser necesarios y primero hacia uno mismo. Dejar de prejuiciar.
Cuesta entender que las emociones son problema de una misma, que salen, que explotan, pero depende de una misma controlarlos. Las causas y consecuencias las debe asumir una misma.

El balance es positivo a nivel emocional. En lo familiar, me encuentro más centrada en mi rol de mamá. Más comprometida en el desarrollo personal de mi hijo Joaquín. Más unida a él.
En el aspecto profesional, no me llena mi lugar de trabajo. Quiero cambiar o crecer donde estoy. Si me cortan las alas me siento mal, me frustro. Tengo mi espacio propio y mis sueños. Mi sueño de cantante está en stand bye. Pero empezaré con una capacitación que últimamente me está quitando el sueño, el de facilitadora. Y parece que en adelante me orientaré al tema de liderazgo, es decir, quiero desarrollar estas habilidades.

En el amor, pues aún no hay, aunque me queja, me parece coherente, que viva lo que viva porque yo misma me he conducido a donde estoy, por mis decisiones y errores. Pero felizmente siempre hay un nuevo comienzo.

No dejaré que el "diablo" de los pensamientos negativos me venzan. No lo permitiré. Debo acostumbrar mi cerebro a tener pensamientos positivos, cuando me levante. Y dedicarme a mí. A lo que me hace feliz.

La pregunta que quisieran que contesten es: ¿porqué las mujeres nos ilusionamos en una relación que empieza a la que no tenemos seguridad de nada? ¿éstas ilusiones son normales o provienen de una anomalía psicológica o neuronal?

viernes, 17 de abril de 2015

Me dijo bella

Antes de ayer mi hijo me dijo "mamá eres bella". Mi hijo últimamente me viene llenando de halagos. Vivo llena de halagos. Mi hijo se está volviendo cada día más compenetrado conmigo. Le hablo más. Sobre su comportamiento, de cómo quiero que sea donde él se encuentre. Para que tenga conciencia de que él mismo debe controlar su cuerpo, sus pensamientos, sus acciones y palabras.
Ayer salí con él y empecé a decirle como debe comportarse. El tiene un impulso fuerte por estar inquieto. Por si mismo no está quieto, para ello lo condiciono. Me he vuelto su terapista y psicóloga. Estoy aprendiendo de términos educativos y psicológicos que alguna vez lo abre visto en algún curso de la universidad.

Yo soy impaciente cuando debo esperar demasiado. Si puedo esperar, pero demasiado me cuesta y lo hago pero ya caigo en la irritabilidad. Joaquin se pone inquieto, se mueve cual saltamonte. Y le repito como debe portarse y se olvida. Se distrae y se olvida la orden. Ahí lo condiciono. Creo conocer más que a nadie a mi hijo. Y me alegro. Debo resaltar lo positivo de su forma de ser y de sus acciones, así lo considero y pienso, cada vez que salgo con él.

Lo ha entristecido un poco la mudanza, extraña, pero luego se olvida, le gustan otras cosas. El hecho de que estemos los dos solos, nos va hacer madurar. Nos va llevar a tomar conciencia de lo que debemos hacer. No podemos vivir rodeados de sentimientos ambivalentes, o extremos. Debemos escuchar nuestro yo interior y cumplir con lo que nos corresponde hacer. Estos días Joaquin ha tenido la iniciativa de servirse agua, de fijarse que me olvido, de lavarse los dientes, de ayudarme en la casa. Es parte de su madurez. Quiero darle un ambiente saludable.

Yo busco enfocarme en mi misma, es difícil porque no he estado acostumbrada. Soy una madre feliz. Soy mamá y me siento bien. Estoy orgullosa de ser una madre. Soy una madre joven y guapa. Debo estar feliz por eso, porque es lo que tengo y soy. Soy lo único que tengo, Solo me tengo a mi misma. Y no quiero, pero a veces se da, que me desvío de mi camino. Mi pensamiento erróneo es creer que lo exterior domina mis sentimientos. Me sienta como me sienta, me tengo a mi misma con el camino recorrido y sobre todo a mi hijo. Besos...


martes, 14 de abril de 2015

Joaquin Leonardo

La semana pasada fue intensa porque mi hijo dijo algunas cosas que me sorprendieron. Estábamos sentados conversando en la noche en su cama, y yo no me encontraba tan entusiasmada (hay días que estoy muy contenta). Mi hijo estaba entusiasmado, suele estarlo cuando quiere contarme algo que ha aprendido o entendido. Estábamos conversando de varias cosas, de lo que él piensa, de sus juguetes, no recuerdo bien. Entonces me dice "mamá tu corazón está partido, tú necesitas mucho amor" y procedió a abrazarme. Yo hice lo mismo, y me sentí la mamá más querida por todos los hijos. Me quede sorprendida y empecé a sonreir mucho. Nadie me había dicho esta gran verdad, que por cierto lo es, no lo niego. A mi hijo le salió tan natural esta frase y luego me miro con una carita de angel y me puso una sonrisota. Lo abrace con mucha fuerza y nos echamos y empecé a besarlo. Mi hijo es un niño que está madurando, y sobre todo ya sabe cosas del amor, del cariño, del corazón. No hablamos mucho del amor, pero él habrá visto algo en mi en los últimos años y como tiene un vocabulario en progreso pues encontró las palabras para expresarse de esa manera. Mi hijo es un hombre que me ama incondicionalmente. Y yo lo amo también a mi gordito. Es mi gordito querido y solo quiero pensar en él. Ha subido de peso, pero para su talla está bien, o sea, no está con sobrepeso.

Otra de las cosas que mi hijo me ha dicho y que me ha afectado también es que extraña a su papá y desea que él viva con nosotros. No tenía las palabras exactas ni las ideales para enfrentar esta situación para que lo saque de su nostalgia. No soy una mamá perfecta. Pensé rápido y le dije que ya vendrá, que han habido semanas que su papá no ha venido a pesar de que se lo he pedido. Le trate de calmar y le prometí que llamaría a su papá. Mi acción tuvo su efecto así que el fin de semana pudo estar con su padre. Espero que esto no se vea interrumpido. Lo que más deseo es que mi hijo este emocionalmente bien. Que no le falte el afecto que el quiera.

Todos los días me levanto con la responsabilidad de prepararlo para el colegio. Hay cosas que se me olvidan para la comida, ayer olvidé comprar dos ingredientes importantes y pucha ya no comió bien mi hijo. Hasta lo visto semidormido porque la hora corre. Tengo una hora y 10 minutos para hacer las cosas en la mañana. Lo estamos haciendo bien, hasta ahora a mi hijo no le falta su lonchera y llega super temprano. Mi hijo es hábil para los ejercicios y le gusta sobre todo los de lógico matemática. Estoy orgullosisima de él. Amo a mi hijito.

miércoles, 25 de marzo de 2015

mi mente habla

quiero hablar,
pero pienso como lo haría
el temor surge sin remordimiento
que cólera me da
que cólera me da sentir lo que siento
y que mas da
ya no me importa
quiero hablar delante de ti, de ellos
pero debo pensar como lo haría
si lo hago mal, me pondría mal
hay algo en mí
esos pensamientos que no se van
son como unos bichos malos
que no se van
fastidian
vete por favor,
no te necesito
y de repente
descubro que es parte de mi
que siempre han estado dentro de mi
que nací con eso
pero me cansa mirar
estar ahí
en el ahí

lunes, 9 de marzo de 2015

Lo raro en mi

Hola, pueden creer que recién a mis 33 años pude ir a un psiquiatra, imagínense. Pero todo tiene una explicación. Se preguntarán por qué yo lo he necesitado. Es porque he caído en una círculo vicioso de sufrimiento, sobre todo en mi relación con los hombres. Me remito a un pasado lejano. Yo nunca, de niña, he hablado con hombres fuera de mi hogar. No sabía como hablar con ellos, qué decir, no recuerdo en que fecha exactamente sucedió mi temor a los hombres. Pero de pequeñita era tímida. Podía hablar con las mujeres, pero también me costaba un poco. Me juntaba con mujeres tímidas como yo y de bajo perfil. Era tan tímida que una vez en 4to grado de primaria una compañera me quito mi lápiz para escribir y cuando la profesora ya empezó a dictar la clase, no pude hacer nada porque me moría de miedo hablarle a esta chica; creo que tenía miedo de que ella me gritara.

La gente de la calle mucho me miraba, sobre todo los hombres adultos. Pero yo no sabía porque lo hacían. Recuerdo a mis 5 años, cuando estaba en el camión primaveral del colegio por el Día de la Primavera - de la que fui dama- no entendía porqué un fotógrafo no me quitaba la mirada. Me tomo varias fotos. Ahora entiendo que lo hacía por mis ojos que era lo que más resaltaba. Mis ojos son verdes y no he sido fea. Tengo mis encantos. Pero yo no sabía que pasaba. Y empecé a sentirme rara, pensé que soy un monstruo. Me sugestioné y subestimé. Nadie en mi entorno familiar me habló, y no tenía la confianza de preguntarles porque la gente me miraba mucho. Nadie me pudo ayudar en mi relación con los hombres.

Las causas de este comportamiento patológico pueden tener origen en un hecho que me paso, que no lo contaré por ahora pero que me marco mucho. Eso fue el momento que marcaría la ruta de mi relación con los hombres y con el sexo.  Dentro de mi, empezó a quebrarse algo.
Por eso creo que tengo un odio inconsciente hacia los hombres y una desregulación sexual. Y nunca me he llevado bien con los hombres. En realidad, hasta ahora no se manejar bien las relaciones. Recién estoy comprendiendo que ellos merecen respeto, y merecen que nosotras las mujeres los conozcamos mejor. A veces pienso que los hombres no merecen ser amados. Me es difícil, veo rostros de hombres y rápido digo que son mañosos. Siempre he pensado que los hombres todos son mañosos, que solo quieren aprovecharse. Ahora entiendo por qué. Esto me ha tocado vivir, pero aun hay más. Y estoy en esas, trabajando por recuperarme.